Sobre la ley de dependencia

Resulta que el otro día ojando La Vanguardia (un periodico de derechazas, al parecer) que dan gratis en mi universidad, encontré una noticia de lo más interesante. Resulta que a un invidente, según la nueva ley de dependencia, le correspondía un céntimo, sí, digo bien, un céntimo, eso sí, se le era abonado con puntualidad inglesa.
Desde luego, que potra tienen algunos, solo por no ver van y le dan un céntimo de euro, todo para él. Puff, la de cosas que haría yo con ese céntimo. Que triste lo de este gobierno y sobre todo, que triste lo de todos los pobres que se g¡creen sus mentiras. Una vez más, para resolver los problemas creamos leyes, o si no ministerios, lo aprobamos a bombo y platillo con toda la prensa y listo, problema resuelto.
De poco importa si la nueva ley se respalda de los suficientes fondos, la foto ya está hecha. Además la jugada es perfecta, nadie se atreverá a criticarlo, al fin y al cabo es una ley de dependencia, si alguien lo critica quedará como un auténtico monstruo, aunque sea para indicar que hacen falta más fondos.
Y yo me pregunto, para qué crear una ley de la que luego solo se obtiene un céntimo para un ciego. Pues muy sencillo, para que se crean lo buenos que son todos aquellos que no tienen nin´guna discapacidad o ningún miembro dependiente en su familia. A la gente le gusta, les hace sentirse bien, oye mira jamás e colaborado en una Ong, nunca doy limosna, no colaboro en ningún proyecto benéfico, pero chico, voto al Psoe, que han hecho una ley de dependencia, soy un gran tipo no?
Esta es la mentira, estos son los buenos, estas son las políticas sociales de este gobierno, mucho ruido y pocas nueces, todo humo, flashes y confeti. Pero al día siguiente, después de la fiesta, con una resaca monumental, despiertas y te das cuenta de que todos los regalos no son más que cajas vacias y lo triste de todo no es esto, lo triste es todas esas personas que prefieren no ver esto, prefieren seguir en su mundo de fantasía y prefieren seguir votando a LOS BUENOS.